Entrevista
a Hugo Toscadaray
por
Piero de Vícari
1/
EL POETA Y SU POESÍA
¿Cómo empezó tu
relación con la poesía?
Desde
que empecé a leer vivía pegado a la colección Robin Hood que me habían comprado
completa pero un día a mi padre le regalaron una primera edición de “La calle
del agujero en la media” firmada por Tuñón -y como en casa el que se la pasaba
leyendo era yo- me la dio sin pensarlo. Era muy chico. No me atrapó en ese
momento lo que no comprendía sino cierta música, cierta emoción que me
transmitía la unión de las palabras.
¿Cómo es tu momento
creativo? ¿Cómo escribís, cuándo escribís? ¿Tenés alguna ceremonia en especial?
En
la primera juventud sólo escribía de madrugada. Después no. Escribo cuando me
pica la avispa en la frente. Puede ser en cualquier sitio y momento del día. En una época tuve propensión a hacerlo en micros o trenes. Pero ya no hay ritos, sólo
respondo al impulso. Practiqué muchas ceremonias, todas fueron inútiles. El poema
llega cuando se le antoja, es él quien elige.
¿Tenés alguna
organización, disposición, estructuración o ejes temáticos, para conformar un
libro y editarlo?
Algunos de mis libros publicados han resultado de un primer envión y si fueron escritos en muy breve tiempo también es
verdad que me he tomado varios años para corregirlos. En otros casos, como en
el último, he reunido poemas de los últimos años pero sólo se han salvado
aquellos pocos en los que siento que hay una misma respiración, un mismo tono o
un tema que los convoca.
¿Cuáles son los temas
que despiertan tu necesidad de escribir, hay algunos recurrentes?
La
transparencia, la luz, el agua, los placeres, el humor, en fin, la
voluptuosidad de todo lo que me rodea. También el amor y la muerte son temas
recurrentes, aunque ambos son temas de todos.
¿Hay una fórmula para
lograr el poema perfecto?
Dejemos
las fórmulas para todas las cosas menos para la poesía.
2
/ EL POETA Y LA POESÍA:
¿Qué lugar ocupa la
poesía hoy, en este nuevo milenio?
El
lugar que ocupa una hormiga, no un hormiguero.
¿Qué necesitaría la
poesía para llegar a todo el mundo?
Formar
parte de todo.
¿Tenés alguna idea
potable como para que la poesía pueda ser difundida masivamente o bien ocupe
otros ámbitos a los cuáles hoy día no tiene acceso?
La
difusión de la poesía es entre poetas, no puede ocupar otros ámbitos porque es
ajena al mundo masivo que es esencialmente consumista. Si bien los poetas
sostenemos que la poesía está en todas las cosas y además es cierto, debemos
reconocer que todas las cosas le son esquivas justamente por lo que antes
decía. La consigna de Isidoro Ducasse: “La poesía debe ser hecha por todos y
para todos” no es más que un bello sueño de los surrealistas.
3
/ EL POETA Y SUS LECTURAS:
¿Qué es lo que buscas
cuando abordas un libro de poemas?
Que me sorprenda, que me produzca extrañeza. La conmoción es, para mi, un rasgo fundamental de la poesía.
¿Si tuvieras que
nombrar a diez poetas que necesariamente deben estar en la biblioteca de todo
buen lector, ¿a quiénes elegirías?
Con
10 me quedo corto pero van los primeros que se me aparecen y sólo del siglo XX
(sino sería interminable) Esos que para mi propia biblioteca han sido
fundamentales: Saint John Perse, Odisseas Elyttis, Rainer María Rilke, Blaise Cendrars, César
Vallejo, René Char, Enrique Molina, Jacques Prevert, Giuseppe
Ungaretti, Juan Gelman. Agrego a Tuñón y a Raúl Gustavo Aguirre porque me
abrieron puertas insospechadas. El primero desde lo puramente emocional y el
segundo desde la posibilidad de pensar la poesía.
¿Un libro de poemas
que te haya marcado por algo?
Ya
mencioné “La calle del agujero en la media” porque aunque muy pequeño al leerlo
despertó en mi cierta conciencia de la emoción vinculada a la palabra. Y “Anábasis” de Perse que
es el libro de los poetas o mejor dicho: el poema de todas las cosas.
4
/ EL POETA Y SU RELACIÓN CON EL MUNDO
¿El poeta debe estar
comprometido con algo?
Principalmente
con la poesía y si lo está en verdad con ella es difícil que no se comprometa
con todo lo que lo habita y rodea.
¿Es necesario relacionarte
con otros poetas? ¿Para qué?
Claro
que sí, para tomar vino y abrazarse. A veces para hablar de poesía. Por lo
demás uno escribe solo, lee solo.
En tu entorno
habitual (trabajo, familia, amistades, vecindad), ¿se lee poesía, se la
cultiva?
En
mi entorno hay gran sensibilidad pero no necesariamente podría hablar de que se
“cultive” la poesía. Eso sucede sin duda entre mis amigos más cercanos, unos
pocos y con Laura Ponce, mi compañera, que también es poeta.
El poeta para los
demás ¿es un bicho raro? ¿un creador en su torre de marfil? ¿Un simple
trabajador de las palabras?
Podría
decir que el poeta es “un laburante de la cultura” como le gustaba decir a
Osvaldo Pugliese en su condición de músico, sería bueno decirlo pero mentiría.
Creo que el poeta es un náufrago que solo atina a enviar mensajes desesperados
en botellas que muy pocas veces tocan un destino.
Hugo
Toscadaray: nació en Buenos Aires (Argentina) en 1957. Publicó los libros:
Tangopoemas (Ediciones El cañón Oxidado, 1989) ; La isla de la sirena de las
escamas de fuego (Colección de poesía Elefante en el bazar, 1995); Naufragario
(Editorial Turkestán, 1997) ; Amantes zodiacales (Premio Diario La Nación,
1998); El nadador unánime (Fondo de Cultura Económica, 2004); Los pasajeros de
Renca (Ediciones del Viento, 2004); La balada del pájaro tinto (Ediciones del
Viento, 2006); Fuego Negro (Editorial Turkestán, 2011); Elogios o las alucinaciones del derrumbe (Editorial Homo Ludens, 2016).